Este es uno de los símbolos más completos. En cada trazo se observa (comenzando desde arriba) que está sintetizando cada uno de los pasos de la creación, a saber:
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El gran misterio de no saber más de nuestro Creador que lo que podemos saber.
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La creación de los Dioses.
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El pacto de los Dioses para continuar con la obra de la creación.
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El rompimiento de dicho pacto y la gran guerra de los cielos.
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El triunfo de uno de ellos y el dictado de las leyes karmáticas en su totalidad.
Te preguntarás por qué a este símbolo lo definen como “sin pasado, sin presente, sin futuro”. Bien, la razón es que no conocemos el pasado tal como es, no vivimos el presente tal como creemos y no nos dirigimosa un futuro cierto, pues somos los artífices de él.
Este símbolo moviliza el código energético en varios aspectos y lo hace aún más cuando aprendes a combinarlo con otros símbolos.
Por ahora, aprende sus trazos y acostúmbrate a utilizarlo nada más que en aquellas situaciones que consideras embarazosas. Por ejemplo, frente a una inevitable muerte (tanto la tuya como la de un semejante).
Si se trata de la tuya, puedes trazártelo aún después de haber fallecido (desde tu cuerpo espiritual); también puedes trazártelo frente a situaciones confusas o de díficil resolución. Ello facilitará la respuesta, pues la misma te será dada desde otra dimensión (la cuarta).
El símbolo se imprime en la totalidad del tórax o de la espalda y solamente debes pedir mentalmente, mientras lo trazas, que se logre una solución acertada.
Orlando Guzmán